Fundacion de Villa de Leyva

Villa de Leyva como otras poblaciones vecinas fue fundada con el ánimo de solucionar los problemas sociales que empezaron a existir en los poblados más grandes por las nuevas condiciones demográficas que conllevaron a alborotos públicos y tensiones entre peninsulares y mestizos discriminados. 

La Villa de Leyva empieza su vida el 12 de junio de 1572, en calidad de sujeta a la ciudad de Tunja. El cabildo tunjuano diputa al capitán Hernando Syrez de Villalobos para fundarla. Igualmente a Miguel Sanchez, Francisco Rodriguez y Diago Montañez, regidores perpetuos, así como al escribano Juan Ruíz Cabeza de Baca. Muy pocas ciudades colombianas conservan documentos de su fundación, Villa de Leyva tiene el original en el archivo Regional de Boyacá. 

En la sesión del 15 de junio de 1572, Bernardino Mojica presentó al cabildo una solicitud avalada luego por muchos firmantes, para que no se hiciera la Villa de Leiva por considerar que tal fundación iba en detrimento de Tunja. 
Sin embargo hallaron y declararon que el mejor sitio cómodo, conveniente y más acertado que se requiere para semejante fundación, era el dicho valle de Saquincipá. Fray Alberto Ariza anota en su libro la villa de nuestra señora de Leyva «Las leyes de las indias, promulgadas por Carlos V el 20 de noviembre de 1542 prohibieron «hacer esclavos a los indios y arrebatarle sus bienes». 

La cédula del 15 de julio de 1559 dispuso: para la fundación de poblaciones se eligiran sitios adecuados, en clima sano, tierra fértil, abundantes aguas, de buenos pastos para los ganados, pero «no se tomará nada de los indios contra su voluntad». 

Del libro de Diego «Aquí sólo se tuvo en cuenta la bondad del sitio, pero se procedió como sobre tierras baldías, atropellando a los indios que las tenían en adecuada y necesaria explotación. Saquencipá, Sáchica, Suta y Moniquirá iniciaron reclamación contra la injusticia, lo que obligó a la real audiencia a nombrar una comisión para oír y hacer cumplida justicia.     

Según Fr. Alberto Ariza: «Los dominicos doctrineros en el valle de Saquencipá, no asistieron a la fundación de la Villa para no autorizar con su presencia al atropello a los indios, cuyas tierras en adecuada explotación fueron ocupadas, y repartidas a los advenedizos, sin indemnización alguna». Por la oposición del encomendero de Saquencipá y Moniquirá, Juan de la Barrera, y de otros vecinos fue suspendida la fundación hasta el 12 de agosto del mismo año (1572). Se despachó comisión al contador Juan de Otálora, para que fuese a Saquencipá a hacer las averiguaciones del caso y tomará las providencias para confirmar la fundación. 

Otálora confirmó y determinó anular el anterior repartimiento de solares, huertos y tierras en su totalidad, y se procedió a elaborar un nuevo listado de vecinos, discriminándolos en dos grupos: casados y solteros, a los cuales agrego los nombres de unos pocos encomenderos de Tunja y Vélez. Los nuevos vecinos fundadores de la Villa sólo alcanzaron a sumar 27 familias. 

Mónica Therrien- historiadora: «Para la ubicación de la Villa se tuvieron en cuenta las laderas de las faldas que hoy conocemos como Morro Negro, contamos con tres planos que nos permiten ver la composición, distribución y crecimiento del pueblo a través del tiempo, el lano más antiguo muestra 30 cuadras incluyendo la plaza». 

El Valle de Saquencipá es el nombre histórico que se ha mantenido a través de los tiempos, antes de la fundación de la Villa, era un territorio habitado por muchos núcleos poblacionales, que con el paso del tiempo se fueron conformando como pueblos y en la actualidad conocemos como Provincia del Alto Ricaute, integradas por los municipios de Sáchica, Ráquira, Tinjacá, Sutamarchán, Santa Sofía, Gachantivá y Villa de Leyva y por vecindad con el macizo de Iguaque, los pueblos de Arcabuco y Chíquiza. 

Tomado del Centro de Estudios Históricos de Villa de Leyva